13 julio 2013

Conecta2

El funcionario tranquilo contaba palabras internacionales a distancia. Idénticas tonterías penetraban     mis oídos. Queríamos desconectar. Comernos las mejillas atezadas entre sábanas cursis. 
Las líneas crujían pero nosotros seguíamos insensibles, como suicidas pedantes.
Mientras llamadas inútiles golpeaban las paredes, él se desvestía, enorme y serio, y paliaba frontalmente mi sed. 

CrisCo GuaCal

(Micro escrito a cuatro manos por Cristina Calduch y María José Guallart)


LA HORA
El plato se desplazó con rapidez sobre la manta pedregosa como escapando del alguacil. El muchacho giró misteriosamente y predijo la luna llena tras la arboleda inmensa y oscura. Aparejó blanco duro y verde poderoso para infundir fuerza en la familia que buscaba en vano el apoyo del cura, y volvió a mecerse, pequeño y amoratado, como un recién nacido.
Al alba, el plato explotó contra el suelo.

Por Crisco Guacal
(Escrito a cuatro manos por Cristina  Calduch y María José  Guallart)