22 abril 2011

Anna La Condesa

Anna entro en la nobleza por derecho propio y de la mano de Horacio de Montbuy, rico comerciante de Marsella. Tenía el paso lento y ceremonioso, vestía con sedas de la India y en el cuello lucía ricas cadenas de plata. Hablaba con ligero acento italiano y voz modulada . Todo esto contribuyó a que la llamaran La Condesa.

Pierre se obsesionó cuando la vio por primera vez, en el tepidarium de un balneario del Sur de Francia.

Estaba desnuda y una toalla de hilo bordada le cubría la mitad del cuerpo, dejando al descubierto sus brazos blancos como la harina que reposaban en la rejilla antigua de un aguamanil y el torso cubierto de espuma. El jabón parecía ligero en Anna, la Condesa. Los pétalos ovalados aplicados sobre su rostro excitaron a Pierre. Y aunque sabía que se trataba de un cuento imaginario, rompió las muñecas de Olivia, que vivían inmóviles en la espesura del armario, desde donde Horacio, aún soltero, fortalecía sus sospechas de aquel romance entre su hermano Pierre y La Condesa.

Tan pronto como pudo, Pierre se deshizo de Olivia y un grito violento parecía querer preguntarle a la naturaleza mezquina, si algún día acabaría aquel examen de opiniones.

Las frases en negrita son obra de las ocho manos de Cora Crisber,
desde Zaragoza (Coque), Gran Canaria (Raquel), Tarragona (Cristina) y A Coruña (Berta)

Coque Guallart©abril 2011

21 marzo 2011

A BEQUER

A Bequer, mi gato, 
que murió el 17 de marzo de 2011.

Los animales mayores, a veces, dejan de comer

sin saber el motivo. ¿Instinto de vida para para marchar?

Dieciséis años de mirada limpia, de cariño, de compañía,
de adivinar mis pensamientos, mis emociones.
Siempre la misma mirada limpia.

Me duele decirte adiós. Te quiero gatito. Siempre en mi corazón.



                                           MJ Guallart.
                                           Marzo2011

11 marzo 2011

LUZ DE LUNA


La imagen me hablaba despacio en medio de un olor lánguido y meloso.

Esta era diferente a la que se me había aparecido primero. Me seducía: sus labios carnosos, sus ojos centelleantes…

La luna esa noche deseaba besarme.

Obsesionado tiré la mochila al abismo y la vi caer describiendo círculos rojos hasta que se convirtió en un punto rosáceo.

Hace ya años alguien, no se quién, me advirtió sobre la luna traicionera.

No lo sé, esta luz me aturde. Solo recuerdo el juego inventado por los niños del pueblo para las noches de luna llena y la canción que repetían: "Blanca y cándida, muestra su mejor cara al enamorado, al infeliz que desaparece con ella en las noches de luna nueva".
Micro escrito a ocho manos por Berta Roca, Raquel Romero, Cristina Calduch y Coque Guallart, la noche del 10 de marzo de 2010 a las 20,30 hora peninsular.