28 marzo 2010

SOLSTICIO DE VERANO

Bajó a la playa. Se sentó sobre la arena. Frente a ella en el suelo una vela blanca.
En el horizonte, sobre las aguas oscuras de la noche se insinuaba una luz. La luna llena emergía lentamente del mar.
Encendió la vela. En su llama quemó el trocito de papel que contenían sus deseos. En la calidez de la brisa nocturna, la bahía se iluminó con fuegos artificiales que celebraban el Solsticio de Verano. Ella estaba con su diosa observando el espectáculo plateado de las aguas. En su interior le dio las gracias y se fue por la arena en silencio, absorbiendo en cada poro de su piel el aire húmedo de la noche.
---Coque
Junio 2005

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